La película del día

Críticas de cine y cobertura de festivales

Abre los ojos (1997)

 – ¿Qué? César es un chico joven, rico y guapo, al que le gusta vivir la vida y liarse con chicas guapas. La noche de su cumpleaños, hace una fiesta a la que acude su mejor amigo con una chica, Sofía, de la que César inmediatamente se enamora. La lleva a su casa, y tras pasar la noche con ella, se marcha. Al salir, le está esperando Nuria, una de las chicas con las que César ha estado, visiblemente celosa. Se ofrece a llevarle a casa en coche, y provoca un accidente en el que ella muere y César queda horriblemente desfigurado…

 – ¿Cuándo? Ayer, la primera parte antes de ir a tomarme un helado, y la segunda, cuando volví.

 – ¿Dónde? En mi casa.

 – ¿Por qué? No hay un motivo concreto, simplemente hablábamos mi hermano y yo hace poco que teníamos que revisionarla, y como llevo unos días viendo sobre todo cine español, pues ayer me apeteció.

 – Merece la pena porque… si en el post anterior decía que “Concursante” era la película española más original de los últimos 10 años, lo mismo le ocurre a esta en los años 90. Temas como los sueños, las realidades paralelas, el subconsciente o el futuro ya habían sido tratados en el cine estadounidense desde siempre, pero en el cine español constituyen aún una novedad, y más en 1997, año de esta película. Amenábar, siempre adelantado y experto en tocar temas poco habituales en nuestro país, nos presentó en su segundo trabajo como director una película hipnótica y onírica, llena de misterio y de belleza, en la que ningún fotograma tiene desperdicio (significativamente, es la película menos exitosa y la más incomprendida del director). Reconozco que cuando la vi por primera vez, con 13 o 14 años, ya me impresionó, aunque la recordaba como una película en la que no se entendía bien al final. Falso. Para mi gusto, se entiende perfectamente, y no es tan enrevesada como se ha querido presentar (qué manía). La película, que dura dos horas, tiene dos partes claramente diferenciadas: la primera hora, la centrada en la vida real del protagonista, su historia de amor, su trauma personal y su progresiva autodestrucción, y la segunda hora, que es la parte soñada, el sueño maravilloso que poco a poco se convierte en pesadilla (en este sentido, estas dos partes podrían recordar a “Mulholland Drive” -2001- pero al revés, y siendo además la película de David Lynch 4 años posterior. Qué grande es Amenábar!). La película juega continuamente a desconcertar al espectador, le da pistas sobre lo que va a pasar, como ocurre en los mejores thrillers.

Lo mejor de la película para mi es su belleza formal, como ocurre con todas las películas del director, aunque el tema que traten sea oscuro. Asombrosa es esa primera escena con la Gran Vía desierta, ya mítica del cine español. Son evidentes las influencias hitchcocknianas, especialmente en escenas como la de la hipnosis del protagonista. También son evidentes las referencias a la pintura metafísica, tan relacionada con el subconsciente, sobre todo al final, con las figura solitarias de pie en explanadas vacías, imágenes tan parecidas a la pintura de De Chirico. Es envidiable el uso que hace Amenábar siempre de los espejos y el juego que les da, y que también serían fundamentales en su película posterior, “Los otros” (2001). Por último, tengo que decir que personalmente, me encantaron las referencias a “El fantasma de la ópera”, no sólo porque se nombra en la misma película, sino por el tema de la máscara y sus primeros planos, y la historia de amor imposible entre los protagonistas. La banda sonora original y los efectos de sonido también contribuyen a crear esa tensión constante en toda la película.

 Si algo tiene Amenábar es la capacidad de crear personajes con los que uno se puede sentir identificado, sea cual sea el argumento. Siempre logra que el espectador empatice con ellos, y en esta película, donde los personajes tienen mi edad, me resultó más fácil todavía si cabe hacerlo. A esto se une su magnífica labor como director de actores, consiguiendo siempre sacar lo mejor de ellos. En este caso, Eduardo Noriega es quien lleva absolutamente todo el peso de la película, y hace el que yo creo que es su mejor papel hasta la fecha (y han pasado ya trece años). Nos hace sentir su tristeza y su desesperación como si fuese nuestra, siendo prácticamente inevitable ponerse en su lugar (una experiencia muy catártica, desde luego). Además, la labor del equipo de maquillaje es asombrosa, a pesar de la horrible deformidad de las facciones, queda completamente natural y creíble. Claro que para natural y creíble, también tenemos al siempre genial Fele Martínez (¿qué ha sido de este actor?), y a Chete Lera. En cuando al reparto femenino, aunque reconozco que de normal Penélope Cruz y Najwa Nimri no me gustan nada, aquí están realmente bien, especialmente Pe, que al igual que Noriega, creo que aquí hace una de sus mejores interpretaciones. Por último, destacan también los cameos de grandes actores como Jorge de Juan (me encanta!) o Tristán Ulloa.

– El momento: cuando César (Eduardo Noriega) y Sofía (Penélope Cruz) se encuentran en el parque donde ella está haciendo de mimo bajo la lluvia. Esta escena es increíblemente bella, romántica, y la que más recuerda a “El fantasma de la ópera”, no me hubiese extrañado que se hubieran puesto a cantar.

– La frase: A veces he soñado con este momento. El momento en el que nos volveríamos a ver. En mi sueño estábamos igual que ahora, así, en el parque. Aunque bueno, había alguna cosa distinta. En mi sueño no llueve…

– Conclusión: para mi, dentro de que las cinco películas de Amenábar me parecen maravillosas, esta es la mejor después de “Los otros”. No hay nada ni por asomo parecido a ella en el cine español, y se puede comparar a lo mejor del género de otras nacionalidades. Y para variar, aquí en España volvimos a no entenderla y a criticarla llamándola pretenciosa, entre otras cosas. En fin, no voy a volver a entrar en ese tema porque ya lo dije todo en el post anterior, sólo que ya los americanos se dieron cuenta de lo que valía, llegando hasta a hacer el remake, «Vanilla Sky» (2001), la cual no he visto, gracias, me quedo con la original, pero por lo menos mostraron más interés que aquí.

5 comentarios el “Abre los ojos (1997)

  1. Ramón
    25 agosto, 2010

    La mejor película de Amenábar para mi gusto, supuso un salto en todos los aspectos con respecto a «Tesis» y dejó en la memoria cinéfila escenas para el recuerdo (el rostro, doble, de César a contraluz debido a las luces de la disco)
    Una de las mejores cintas patrias.

    Saludos !!

  2. Alberto Q.
    9 septiembre, 2010

    Mi favorita de Amenábar junto a TESIS.

    PD: Vanilla Sky es malísima. Yo me la tragué en el cine…

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Esta entrada fue publicada en 24 agosto, 2010 por en Cine español y etiquetada con , , , , , .
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