La película del día

Críticas de cine y cobertura de festivales

El caballero oscuro: la leyenda renace (The Dark Knight Rises, 2012)

 – ¿Qué?: Bane es un brutal mercenario que planea destruir Gotham City, la cual lleva 8 años de relativa tranquilidad gracias a la Ley Dent, desde que Batman, al cual se sigue considerando un asesino, hiciera su última aparición. El mismo tiempo lleva Bruce Wayne sin hacer apariciones públicas, recluido en su mansión. Pero su encuentro con una hábil ladrona le hará salir de su aislamiento, descubriendo así lo planes de Bane y asumiendo que la ciudad necesita de nuevo un héroe que la salve…

– ¿Cuándo?: El miércoles por la tarde

 – ¿Dónde?: en los Cines Ideal

– ¿Con quién? (nueva categoría que me recomendó añadir Nacho Vigalondo hace unos meses, y que incluiré siempre que no vaya sola): con mis amigos Paula, Zahara, Rubén y Javi.

– ¿Por qué?: soy fan de Batman (no de los cómics, pero sí del personaje en general) desde que era pequeña. Y esta es la tercera (¿y última?) parte de la saga renovada por Christopher Nolan, y las anteriores, “Batman begins” y “El caballero oscuro” (sí, las dos, aunque la primera sea obviamente inferior a la segunda), me gustaron mucho. Así que tenía muchas ganas de ver cómo lo terminaban.

– Merece la pena porque… como digo, es la conclusión de una trilogía que le ha dado la vuelta y un nuevo enfoque al personaje de Batman, tratando de una manera más seria y adulta el denostado género de superhéroes. Con una “Batman begins” (2005) que sorprendió por ser la primera en hacerlo, y una segunda como “El caballero oscuro” (The Dark Knight, 2008), un peliculón a parte de su género, las expectativas con “The Dark Knight Rises” (me vais a permitir que no la llame por su eterno –casi hace honor a la duración de la película- y grimoso nombre en castellano) eran muy altas. Era inevitable. E inevitable es también la decepción que provoca. Nolan ha retorcido tanto el personaje de Batman, que al final, parece incluso renegar de él. De ahí que el superhéroe tenga una presencia alarmantemente escasa en la película, olvidándonos en ocasiones de lo que estábamos viendo, y pareciéndose más a una segunda parte de “Origen” (Inception, 2010). Incluso la manera en la que está contada, con varias historias a la vez superponiéndose unas a las otras, es como en la película anterior de Nolan. Sin embargo, lo que en “Origen” o “El caballero oscuro” era novedoso y funcionaba como un reloj (aunque siempre con el lastre del excesivo metraje), aquí se trata de un conglomerado que ya empieza a ser repetitivo y muy visto. Nolan es muy buen director, sí, eso lo sabemos todos. Pero aquí no hace más que repetirse a sí mismo, y ni siquiera le sale bien, ya que el conjunto es muy irregular, con altibajos rítmicos muy evidentes. Aún así, tiene momentos realmente espectaculares, como el de las explosiones por toda la ciudad. Y es que la película técnicamente es correctísima, destacando sobre todo la impresionante fotografía y la música de Hans Zimmer, que, sin alejarse demasiado del estilo de las dos primeras entregas (lógico), es lo suficientemente grandiosa como para hacer más completas a las escenas a las que acompaña, incluso muchas veces siendo lo mejor de las mismas. No es un trabajo muy original, pero sí muy convincente.

Pero la película posee, a mi parecer, el peor defecto que una producción de estas características puede tener: es aburrida. Nolan nos tiene acostumbrados a películas sin respiro, en las que no dejan de pasar cosas, y esta no es distinta. El problema es que las cosas que pasan no interesan lo más mínimo. El guión es absolutamente plano y en el fondo no cuenta nada. Todo ocurre demasiado deprisa y se “explica” a través de frases y conversaciones intencionadamente rebuscadas, como tratando de demostrar el alto nivel intelectual de la película (supuestamente inspirada en Dickens, ahí queda eso). Lo que consigue es que el espectador a ratos no se entere de lo que está pasando, y la ridícula prepotencia queda en nada cuando la película se revela como una cinta de acción bien hecha, pero sin mayor profundidad ni alma, nula épica, y algunos lugares comunes y simplezas (e incluso algunas bromitas ridículas que no vienen a cuento en un conjunto tan serio) que contrastan con su cuidada producción y sus evidentes altas pretensiones. Incluso la que podría haber sido una interesante (aunque algo metida con calzador) trama que concierne a la crisis económica actual, tiene una conclusión ranciamente conservadora y patriotera en la que la bandera americana ondea subconscientemente en la pantalla.

Eso sí, una de las cosas por las que merece la pena la película es por su espectacular reparto (algo que también viene siendo habitual en las películas de Nolan), aunque algunos actores no estén tan aprovechados como nos gustaría, y en general los personajes estén todos realmente mal desarrollados. Junto a los habituales Christian Bale (que hace lo mejor que puede teniendo en cuenta que no sale en la mitad del metraje), Michael Caine (estupendo, de lo mejor de la película), mi siempre amado Gary Oldman, y Morgan Freeman (ambos haciendo más de lo mismo que en las anteriores y arriesgando muy poquito), nos encontramos con muchos (demasiados) nuevos rostros (algunos rescatados de “Origen”), de entre los que destacaría el siempre estupendo Joseph Gordon-Lewit, cuyo personaje puede que sea el mejor dibujado de todos (¿hay alguien que desde la primera vez que sale, no se imagine quién va a ser?). Los demás se apañan con la escasas posibilidades que les ofrecen los personajes, algunos muy bien, como una sexy y ambigua Anne Hathaway (aunque Catwoman podría no haber aparecido y la película sería igual), o un inmenso (en todos los sentidos) Tom Hardy, que expresa todo lo que su rostro no le permite con un registro vocal impresionante (lástima que su malo sea tan olvidable y poco carismático), y otros muy regular, como Marion Cotillard. Como detalle, sólo decir que hay un cameo de uno de los actores de “Batman begins”, al que siempre da gusto ver. En general el conjunto actoral es satisfactorio, pero no se puede evitar sentir cierta frustración contra Nolan por no haberle sabido sacar más partido, ya que contaba con metraje de sobra para desarrollar mucho más la historia, los personajes y sus relaciones. Sin embargo, el director parece más interesado en encadenar una escena de acción tras otras, y buscar cualquier excusa para provocar explosiones espectaculares.

– El momento: los minutos finales, concluyendo (o no) las historias, concentran en ellos mismos prácticamente la totalidad de la épica de la película. Gracias a este final uno consigue quitarse el regusto amargo y no salir totalmente decepcionado del cine. Algo es algo.

– La frase: «Not a lot of people know what it feels like, do they? To be angry, in your bones. I mean, they understand. Foster parents, everybody, understands, for awhile. But then they want the angry little kid to do something he knows he can’t do – move on. So after awhile they stop understanding, send the angry kid to a boys home. I figured it out too late, you got to learn to hide the anger. Practice smiling in the mirror. It’s like putting on a mask.»

– Conclusión: esta trilogía, sobre todo “El caballero oscuro”, ha hecho evolucionar y salirse de los límites a un género que parecía condenado a seguir unos patrones establecidos. Pero, por mucho que se quiera transformar, esto sigue siendo una película de Batman, en la que el entretenimiento y la épica tienen un papel fundamental, y en “The Dark Knight Rises” Nolan parece haberlo olvidado. Por lo menos, las películas de Batman de Joel Schumacher, siendo malas, sabían lo que contaban, al contrario que Nolan, que pierde el norte de la historia entre tanta pirotecnia. “The Dark Knight Rises” no es una mala película, pero es totalmente intrascendente, y sinceramente, no me parece un final adecuado para una saga que se merecía algo mucho mejor. No me importaría que hubiese una cuarta parte, sin con ello se consigue recuperar el espíritu del superhéroe murciélago.

Un comentario el “El caballero oscuro: la leyenda renace (The Dark Knight Rises, 2012)

  1. jazzmoreno
    6 septiembre, 2013

    no puedo imaginarme a nadie mas haciendo este personaje, Michael Caine es un excelente actor y sin lugar a dudas fue la elección perfecta para interpretar a Alfred.

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