– ¿Qué?: En la Escocia medieval vive Merida, hija del rey Fergus, que perdió una pierna luchando con un oso, y la reina Elinor, cuyo único empeño es que su hija atienda a sus deberes como princesa. Pero Merida es rebelde y quiere tener libertad para hacer lo que le plazca sin rendirle cuentas a nadie. Cuando su madre le obliga a escoger un marido entre los herederos de tres clanes, la relación entre ambas se hará tan insostenible, que Merida recurrirá a la ayuda de una bruja para que le de un hechizo con el que poder cambiar su destino…
– ¿Cuándo?: El sábado pasado por la tarde.
– ¿Dónde?: En los Cines IMF Ondara, en el Centro Comercial Portal de la Marina.
– ¿Con quién?: Con mi hermana Laura.
– ¿Por qué?: es lo último de Pixar, y, salvo raras excepciones, eso es motivo suficiente.
– Merece la pena porque… es una nueva joyita de la compañía de animación estadounidense. Y eso reconociendo que me ha dado menos, o mejor dicho, algo muy diferente a lo que me esperaba. Casi no había leído ni visto nada de ella antes de verla (hace años que le di a Pixar toda mi confianza ciega), e imaginaba que sería una historia medieval de aventuras. Sin embargo, lo que me encontré fue un relato de estructura clásica de Disney, en el que podemos encontrar ecos de “Aladdin” (1992) o “Hermano Oso” (Brother Bear, 2003). Pero realmente “Brave” es una película autónoma en la cual Pixar se toma muchísimas libertades. Su protagonista, una princesa independiente e indomable, por primera vez en este tipo de cuentos (porque sí, esto es un cuento), no tiene una pareja masculina que la complete, ni la necesita, el personaje se basta y sobra en sí mismo. Tenemos una historia de amor, pero entre una hija y su madre, un relato intimista y cercano. No hay en “Brave” apenas momentos de gran espectacularidad, no, pero eso no impide que sea épica y emocionante.
El guión es algo tópico, pero con la suficiente inteligencia como para, sin inventar nada, ofrecernos un conjunto de momentos francamente divertidos, otros muy emotivos, e incluso algunos sacados del mejor cine heroico (ese discurso que da Merida ante los clanes enfrentados). Lo más reprochable sería quizás cierta ingenuidad y la resolución un poco cogida por los pelos de algunas de las situaciones. Acostumbrados como nos tiene Pixar a presentarnos historias muy adultas, en este sentido da la sensación de que la película ha querido arriesgar poco. Por otro lado, desde el principio “Brave” es sincera con lo que va a ofrecer: se trata, como he dicho antes, de un cuento, y, entendida como tal, sin buscarle más pretensiones, no resulta en absoluto decepcionante. Además, técnicamente es impecable, destacando el diseño de personajes, desde la preciosa Mérida y su hipnótico cabello, hasta su madre, una auténtica reina de cuento, pasando por el padre, los hermanitos, o todos los diversos miembros de los distintos clanes. Hay además referencias a la animación japonesa y al cine de Hayao Miyakazi (“La princesa Mononoke” –Monoke Hime, 1997-, “El castillo ambulante” –Hauru no ugoku shiro, 2004-) muy evidentes en la aparición de los fuegos fatuos o del personaje de la bruja. También destacan su cuidadísima ambientación y la música del gran Patrick Doyle, que casi nunca defrauda, y que aquí se adapta de manera espléndida a lo que se cuenta, y que eleva el nivel de todas las situaciones cuando está presente. Recuerda incluso, salvando todas las distancias, a la maravillosa banda sonora que James Horner compuso para “Braveheart” (1995). Solamente le sobran un par de cancioncillas bastante molestas que no llegan al nivel de los temas instrumentales, y que ni siquiera están bien integradas en el conjunto general de la película.
– El momento: la impresionante escena de Merida y su madre en las ruinas del castillo , y sobre todo, toda la parte final, en la que no dejan de pasar cosas, muy bien llevadas todas, y aunque sepas cómo va a terminar, se ve con emoción y con el corazón en un puño.
– La frase: “Be free to write our own story. Follow our hearts, and find love in our time”
– Conclusión: sin llegar a la maestría de “Wall-E”, “Monstruos S.A.” o “Toy Story 3” (que para mí forman, hasta la fecha, el triunvirato de la compañía), “Brave” sigue dejando a Pixar en el buen lugar que se merece. No es lo nunca visto ni lo más original del mundo, no siempre puede ser así, pero reinventa lo ya existente y nos regala un cuento visualmente deslumbrante, heroico, divertido y a momentos apasionante que, aunque suene a topicazo, es absolutamente disfrutable para pequeños y adultos. Una delicia, oiga.
La vi ayer y sólo decirte que me metí totalmente en el cuento… me puse rumbo a Escocia y todo lo demás desapareció. Reí, me emocioné, me asusté…
El cabello pelirrojo de la protagonista, el torneo de tiro al arco, los tres hermanos, ese padre excesivo, esa madre-madre, los pretendientes, los fuegos fatuos, la bruja, los encantamientos inesperados…
Bueno, Brave hizo que me trasladara a otro mundo. ¡Y cómo lo disfruté!
Besos
Hildy
Brave no es más que una historia diferente pero emocionante, los personajes son muy carismáticos y atractivos, además la ambientación es maravillosa. No tuve la oportunidad de verla en el cine, hace poco la vi a través de HBO online y me pareció un excelente opción sobre todo para los pequeños. La recomiendo mucho es ideal para pasar un buen rato.