– ¿Qué?: Pablo y Diego son dos médicos militares en plena guerra de Irak. De vuelta de una misión, el convoy en el que viajan sufre un atentado. Semanas después, Pablo se despierta ya en España en un hospital, y sólo recuerda fragmentos aislados de lo que pasó después de que el convoy explotara. Poco a poco, Pablo irá intentando recomponer su memoria, pero, cuanto más averigua, más se encontrará envuelto en una trama de la que no podrá salir…
– ¿Cuándo?: Esta mañana.
– ¿Dónde?: en la Academia de Cine.
– ¿Por qué?: como es un género que me encanta, yo sigo dándole la oportunidad a casi cualquier thriller español que tenga medio buena pinta. De este me gustaron el reparto y el trailer, y qué mejor oportunidad de verlo que un pase con rueda de prensa posterior con parte del equipo.
– Merece la pena porque… Daniel Calparsoro, a quien ya hacía tiempo que no veíamos por las salas de cine, demuestra ser uno de los directores más solventes de nuestro país. “Invasor” está basada en la novela homónima de Fernando Marías, que cuenta un hecho “ficticio pero posible” en palabras del propio autor. La película toma el contenido pero cambia el estilo de la novela, mucho más reflexiva y centrada en los conflictos internos del protagonista, en favor de la acción, y, sin llegar a ser de encefalograma plano (no es una película bélica ni de denuncia, pero sí que critica la guerra y sus consecuencias), opta por un thriller de características hollywoodienses que puede resultar típico, pero que funciona muy bien. Y funciona sobre todo gracias a la profesionalidad, la personalidad y el buen pulso de Calparsoro en la dirección, que, junto con el elaborado montaje, consigue planos de gran expresividad y autenticidad. La soltura de los increíbles planos aéreos contrasta con los intimistas primeros planos, como los de las miradas. La fotografía, muy pensada y estudiada ya desde la escritura del guión, ayuda a diferenciar ambientes e incluso estados de ánimo. Todo enmarcado con unos brutales efectos de sonido y una eficiente banda sonora del joven madrileño Lucas Vidal (en los último tiempos hemos podido escucharle en “Mientras duermes” -2011-, “La fría luz del día” –The Cold Light of Day, 2012- o “El enigma del cuervo” –The Raven, 2012-).
Calparsoro se rodea además de un gran elenco de actores a los que sabe exprimir al límite y sacar lo mejor de ellos. Lleva todo el peso (y se nota que lo pasa realmente mal) Alberto Ammann, uno de esos actores muy guapos aunque algo faltos de carisma, pero que, si se les dirige bien, pueden estar bastante competentes, y Ammann lo logra en esta película. Sufres y te identificas con él, que ya es mucho. Antonio de la Torre, pues qué se puede decir de él, que vuelve a estar muy bien, como es habitual. Y tres cuartos de lo mismo pasa con Inma Cuesta. También es una alegría ver por ahí a la pequeña Sofía Oria, que nos dejó deslumbrados en “Blancanieves” (2012) y que aquí vuelve a aportar toda su frescura y naturalidad. Quien peor parado sale pues de todo el conjunto es Karra Elejalde, no porque él esté mal, pero poco puede hacer con un personaje tan estereotipado, el peor (o el único malo) de la película, que queda hasta ridículo y llega a provocar risas, no se si voluntariamente, algo que no entendería porque rompe con el tono general de la película, o involuntariamente, cosa aún peor.
Quizás para la fuerza y madurez que tiene “Invasor” técnica e interpretativamente, la historia se queda un poco floja, ya que se trata básicamente de la habitual película de conspiraciones y persecuciones. En su afán de no ser partidista ni panfletaria, no llega a profundizar y se centra más en retratar temas universales y dilemas humanos, como la corrupción moral. El desarrollo de la historia está bien conducido pero las resoluciones son simples, y desde el punto de vista de la lógica realista, muchas cosas no cuadrarían. Pero desde la lógica peliculera, que aquí es la que impera, funciona perfectamente, a pesar de que algunas cosas están tan llevadas al extremo que llegan a resultar demasiado inverosímiles.
– El momento: es bastante espectacular, con poco o nada que envidiar a las producciones americanas, la escena de la persecución de coches, trepidante y muy trabajada.
– Conclusión: “Invasor” es una película de entretenimiento puro, no hay que buscarle más vueltas, un blockbuster a la española muy conseguido, con grandes momentos de acción y un telón de fondo crítico y antibélico. No es nada del otro jueves, pero a mi, personalmente, me enganchó y me convenció. Bien, bastante bien.
Jo, ésta también quiero verla! Voy a tener que dejar de leer tus críticas, eh? jeje