La película del día

Críticas de cine y cobertura de festivales

To the wonder (2012)

to the wonder  – ¿Qué?: Marina y Neil son una pareja que se enamoran en Francia, de donde es ella. Después de vivir un tiempo maravilloso allí, Neil les propone a Marina y a su hija irse a vivir con él a Estados Unidos. Allí todo parecerá al principio tan perfecto como en Europa, pero los problemas llegarán y la pareja empezará a distanciarse…

– ¿Cuándo?: Ayer por la mañana

 – ¿Dónde?: En los Cines Princesa

– ¿Por qué?: No soy muy fan del cine de Terrence Malick, ni me entusiasmó «El árbol de la vida» (The three of life -2011-, como pudistéis leer aquí), pero tampoco niego que es un director interesante, y no dudé en ir cuando me surgió la oportunidad de ver su última película, que tenía un trailer realmente atrayente.

– Merece la pena porque… Malick vuelve a regalarnos un poema cinematográfico en forma de hermosas imágenes e instrospectivas voces en off. Pero puede que en su mayor virtud resida también su mayor problema. Y es que aunque nos encontramos ante una película visualmente preciosa, a veces en lugar de un conjunto cohesionado, es más una sucesión de estampas sin relación. Y lo peor es que muchas parecen recicladas de lo que no se utilizó en «El árbol de la vida». Y es que «To the wonder», la autobiográfica reflexión sobre el amor de Malick, es narrativamente exactamente igual que su predecesora, no introduce ninguna novedad. Malick vuelve a hacer volar la cámara para conseguir planos imposibles, y Emmanuel Lubezki se luce con una fotografía inundada de luz. El montaje es igualmente veloz, abarrotando la retina del espectador de imágenes sin tregua. Incluso la grandiosa música de Hanan Townshend, que ya participó con un tema en «El árbol de la vida», se parece sospechosamente a la de Alexandre Desplat. Todo muy bien, todo ya visto. Esto no sólo les resta personalidad propia a ambas películas, sino también al mismo Malick, que no hace otra cosa que repetirse a sí mismo, y además lo hace mal. También lo inunda Malick todo de una trascendencia y una grandilocuencia que, si ya en «El árbol de la vida» me parecían innecesarias, aquí, con una historia más sencilla, todavía resulta más artificial.

El otro problema fundamental de «To the wonder» es que se trata de una historia que se centra en el amor, pero que no transmite nada, ni amor, ni pasión, ni melancolía, ni alegría. No son relaciones humanas en las que uno pueda reconocerse, ya que no da tiempo a que se desarrollen, y cuando lo hace, resultan tan alejadas de la realidad que no hay manera de que se pueda entrar en ellas. Malick parece más preocupado en cómo contar la historia que en lo que realmente cuenta, que a veces no es malo, pero que aquí está muy mal tratado, dando lugar a una mezcla de desgana y a la vez de falta de naturalidad que acaba siendo una carga constante. Se ve muy bien en el tema de cómo están tratados los idiomas en la película. Una cosa es que se respeten los idiomas, que me parece fundamental, y otra es que cada personaje hable en un idioma distinto y todos se entiendan entre sí. Ahí es cuando se cruza la línea de la lógica al sinsentido, en un acto de snobismo gratuito puro y duro. No ayuda tampoco que los personajes sean absolutamente herméticos, no evolucionan en todo el tiempo y tienen reacciones y sentimientos absolutamente inexplicables. No provocan ningún tipo de emoción ni de empatía, es imposible sentirse identificado por casi nada de lo que les pasa.

Ya sabemos que Malick es famoso por su recortes en el montaje, que dejan fuera finalmente  incluso a actores que habían participado en la película. Este fue el caso en «To the wonder» de Rachel Weisz, Jessica Chastain o Michael Sheen, entre otros. Pero una vez visto el resultado final, uno piensa: ¿por qué se quedaron fuera ellos, y no Rachel McAdams, Javier Bardem, o incluso la amiga italiana de la protagonista? Es imposible que aportaran menos de lo que lo hacen sus personajes. Si se eliminaran, la película sería más corta, pero exactamente igual. No entiendo qué influencia tiene en la historia principal ese sacerdote con crisis de fe, o esa antigua novia que aparece en la vida del protagonista. ¿Están bien Bardem y McAdams? Hombre, sí, como siempre. Pero a la vez sí y no, ya que no se puede apreciar. El montaje de las películas de Malick favorece algunos aspectos, pero lo que es la interpretación de los actores no es uno de ellos, ya que no les permite lucirse, ni demostrar casi nada. Por otro lado, es incomprensible que el personaje de Ben Affleck levante esas pasiones en las mujeres como lo hace. Es apático, no habla, no reacciona, no contagia ningún tipo de sentimiento, ni bueno ni malo. Esta vez no le voy a echar toda la culpa a la interpretación de Ben Affleck, que no es un gran actor, pero es que nadie podría hacer algo mejor con ese desdibujado personaje, que sale mucho y tiene supuestamente más importancia en la historia, pero como si no, ya que la mayor parte del tiempo te olvidas de él. De modo que la auténtica protagonista de la historia, y casi la narradora constante es Olga Kurylenko, que aporta su belleza a un insoportable y subdesarrollado personaje, que se dedica a pasearse por la película bailando y haciendo el tonto durante todo el metraje (repito, los personajes no evolucionan), y que por tanto provoca un instantáneo rechazo hacia ella. Ante este panorama, es casi imposible que uno acabe mínimamente conmovido por nada de lo que ocurre en las casi dos horas que dura la película.

– El momento: me gustó sobre todo el principio, todo lo que ocurre en Francia, ubicación privilegiada en cualquier película, pero es que además sí que pude ver en esos primeros momentos un fiel reflejo de la felicidad y la ilusión de los comienzos del enamoramiento. Es cuando la acción se trastada a Estados Unidos cuando la película empieza a decaer.

– Conclusión: Malick vuelve a arriesgarse con su pretencioso distintivo autoral, y esta vez no le sale bien: «To the wonder» es una película muy irregular, le cuesta mantener el interés y deja una sensación muy fría. Y ni siquiera su belleza forma logra hacerla remontar. Una película fallida que sólo puede disfrutarse a ratos aislados, pero en su conjunto la experiencia no resulta satisfactoria. Y el principal problema es que es a la vez demasiado parecida «El árbol de la vida», pero peor, así que no convencerá ni a sus amantes ni a sus detractores. A mí no me ha decepcionado porque era lo que me esperaba. Si la próxima película de Malick vuelve a sorprender para bien, «To the wonder» estará condenada para siempre a ser una de esas películas que vagan en el limbo de la filmografía de un director de culto.

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Esta entrada fue publicada en 27 marzo, 2013 por en Cine americano y etiquetada con , , , , , , .
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