La película del día

Críticas de cine y cobertura de festivales

Las películas de mi vida (Voyage à travers le cinéma français, 2016)

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Con una filmografía más que considerable a sus espaldas, ahora el director de 76 años Bertrand Tavernier echa la vista atrás para, como importante y reconocido estudioso del medio, elaborar su particular homenaje a aquellos que considera sus mayores maestros, trazando un recorrido no solo del cine, sino también de la Historia francesa (tema de interés habitual en su obra) de entre los años 30 y 70. El documental Las películas de mi vida es un ejemplo de intensa labor de montaje, que une multitud de fotogramas para acabar creando un conjunto coherente. Tavernier acaba este primer y extenso análisis (que tendrá una continuación como serie para la televisión) justo antes de empezar su carrera independiente tras las cámaras; por lo que, pese a estar constantemente presente a través de su voz en la narración, y configurar el relato a través de sus vivencias, el realizador es consciente de que él, al menos en esta ocasión, no es el protagonista.

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De este modo, Tavernier lleva a cabo estudios pormenorizados sobre directores que le influyeron desde su niñez, con notorias ausencias que sin embargo no empañan el recorrido general: empezando por Jacques Becker, y siguiendo con Jean Renoir, Marcel Carné, Jean-Pierre Melville (con destcadas aportaciones de Volker Schlöndorff) o Edmond T. Gréville, y la influencia posterior que todos ellos han tenido. En este sentido, se aprecia una incidencia fundamental en el cine de género (policíaco), y en la retroalimentación con las películas estadounidenses. También asistiremos a la rememoración de sus colaboraciones con Truffaut, Godard o Claude Sautet, al que también se refiere como gran conocedor musical. Pero además, Tavernier destaca nombres del equipo interno y actores como Jean Gabin o Eddie Constantine, además de comentar anécdotas curiosas de rodajes y de maneras de trabajar de los distintos miembros.

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París, bajos fondos ( Jacques Becker, 1952) / Pierrot el loco (Jean-Luc Godard, 1965)

Una de las partes más importantes de la película es, además, la que el director dedicada a las bandas sonoras y a su utilización en el cine; las cuales, al menos en aquella época, no se tenían en demasiada consideración, pese a crearse obras tan excelsas como las de Maurice Jaubert (L’Atalante -1934- de Jean Vigo), quién, nos cuenta Tavernier, fue uno de los primeros en darse cuenta de que «la voz del actor no es el enemigo del compositor», o Joseph Kosma, habitual colaborador de Jean Renoir (Una partida de campo -1936- o La gran ilusión -1937-).

En Las películas de mi vida nos encontramos ante una lección de más de tres horas de historia del cine, una clase que, no por parcial, deja de ser menos magistral, y mucho más pormenorizada de lo que era, por ejemplo, la estrenada el año pasado en nuestro país Hitchcock / Truffaut (2015), de Kent Jones. Un trabajo sin final, ya que no solo acaba de manera abierta y casi brusca apuntando a su futura continuación televisiva, sino que Tavernier entiende que la historia del cine no se termina en ningún momento, sino que continúa y continuará más allá de nosotros.

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Esta entrada fue publicada en 22 mayo, 2017 por en Cine francés y etiquetada con .
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